Aparte de estos alimentos, los pediatras también llaman la atención sobre los peligros que entrañan para los menores los chicles, los caramelos duros tipo peladillas y otras variedades, y también los que son del tipo 'lacasitos'. Las aceitunas y las frutas de pequeño tamaño (incluidas las uvas pasas) son otros productos de riesgo.
Asimismo, también hay médicos que recuerdan en las redes sociales que también hay que ser vigilantes con el jamón serrano, evitar dar trozos de tamaño considerable a los niños, puesto que es uno de los alimentos que más atragantamientos provoca, así como las palomitas de maíz, que también pueden generar más de un problema.
Alimentos aparte, también hay pediatras que han avisado en Twitter de la peligrosidad de dar globos a los niños pequeños para que los inflen, pues también podrían acabar provocando que se atraganten al no saber ni poder soplar correctamente.
En todo caso, muchos profesionales han aprovechado para recordad en las redes sociales algunas de las técnicas que son clave en caso de que nos encontremos con un menor que está sufriendo un atragantamiento. La Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla la Mancha ha difundido un gráfico que explica de manera muy comprensible qué es lo que se debe hacer.
Como se ve en esas recomendaciones, siempre es mejor intentar sacar el alimento y objeto que provoca el ahogamiento sujetando al niño desde detrás. Después hay que formar un puño con una mano y colocarla con el pulgar encima del ombligo y, agarrando el puño con la otra mano, presionar rápidamente hacia adentro y hacia arriba. En el caso de los menores de 2 años se debe sostener al pequeño boca abajo con una mano y apoyado en el antebrazo. Con la otra mano, dar unos golpes fuertes y rápidos en la espalda.