lunes, 30 de agosto de 2021

La salud mental de los adolescentes: un problema acrecentado durante la pandemia

 
Los casos de trastornos alimenticios, ansiedad o depresión se han disparado durante la crisis sanitaria

La pandemia ha provocado una brecha en la salud mental de los menores, sobre todo entre los adolescentes, al incrementarse en un 50% las urgencias pediátricas por problemas psicológicos y multiplicarse por dos los casos de anorexia, según indica la Asociación Española de Pediatría (AEP). Además, el mismo grupo de expertos afirma que se ha producido un repunte de las conductas suicidas. Unos datos alarmantes que evidencian que las consecuencias adversas en los jóvenes pueden ser más intensas y prolongadas.

El impacto psicológico no está afectando por igual a todos los adolescentes, sino que depende de varios factores como la edad, situación educativa, existencia de discapacidades, antecedentes de trastornos mentales, nivel social, posibles enfermedades de los padres –incluida la Covid-19– y grado de estructuración familiar.

Las manifestaciones psicológicas más frecuentes, según el estudio ‘Una mirada a la salud mental de los adolescentes. Claves para comprenderlos y acompañarlos’, son la ansiedad, depresión y trastornos afectivos, psicosis, anorexia y bulimia, autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otros.

Los datos de la AEP alertan de que se ha producido un incremento del doble en los trastornos de conductas alimentarias en adolescentes, sobre todo en chicas. Las adolescentes deciden dejar de comer por aburrimiento, falta de estímulos o por un reto y, según advierte la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), Azucena Díez, son cuadros de anorexia "mucho más graves", ya que si antes de la pandemia con estas conductas las menores perdían alrededor de entre un 10% y 15% de su peso, ahora se estima que están bajando entre un 30% y 35% de su peso habitual. Cuadros “muy severos” que pueden poner la vida de las adolescentes en peligro.

Los especialistas también han identificado un aumento de las autolesiones no suicidas, como cortes y arañazos, entre otros, que, según Díez, "no siempre se relacionan con una patología concreta", sino que surgen como forma de expresar el malestar. Una serie de conductas que podrían seguir acrecentándose si no se actúa a tiempo.

La prevención, clave para la salud mental de los jóvenes

La Organización Mundial del Salud (OMS) estima que entre un 10% y un 20% de los adolescentes experimenta algún tipo de trastorno mental, y que la mitad de ellos se manifiesta antes de los 14 años. Estas cifras evidencian la importancia de la prevención para reducir la prevalencia de trastornos psicológicos y de comportamiento entre los menores, además de llevar a cabo una intervención temprana que evite la evolución de este tipo de síntomas.

Y esa es la idea en la que países como Australia, pionero en la materia desde el año 2006, se ha centrado con programa de intervención temprana como ‘Headspace’. Se trata de centros que ofrecen servicios de salud mental, física -incluida la sexual-, servicios de atención ante el consumo de alcohol y otras drogas, y apoyo para el trabajo y el estudio mental para jóvenes de 12 a 25 años.

El objetivo de este programa, según la Fundación Nacional de Salud Mental Juvenil, es brindar a los jóvenes apoyo en un momento crucial de sus vidas, para ayudarlos a volver al buen camino y fortalecer su capacidad para controlar su salud mental en el futuro.

“Vimos que los jóvenes no se sentían demasiado a gusto en los centros de Atención Primaria, así que la red de centros que implantamos se parece más a cafeterías”, asegura Patrick McGorry , psiquiatra y precursor del programa. Un modelo que no podía ser antagonista o chocar con el sistema sanitario. “Ideamos un sistema que no colisionase con el de los médicos. Nuestros centros de juventud, en los que trabajan psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales, aspiran a ser el lugar al que acuda el joven cuando nota que tiene algún problema”.

Un modelo que ha servido de inspiración para que otros países, como Francia, Países Bajos, Reino Unido o Irlanda, creen sus propias experiencias basadas en las prácticas preventivas y en el que España podría encontrar la solución en caso de implementarlo.

lunes, 2 de agosto de 2021

Acido Hialuronico

 Una de las demandas más habituales de tratamientos en los pacientes que acuden a consulta son aquellos dirigidos a la mejoría de la calidad de la piel y la prevención del envejecimiento cutáneo.

Para tratar este tipo de problemas podemos actuar mediante cremas a nivel tópico, en la parte superficial de la piel; o bien hacer tratamientos más efectivos, inyectables, que se realizan en la misma consulta.

Y aunque algunos productos en ocasiones se vuelven populares para luego decaer o pasar a un segundo plano, la investigación ha demostrado que los beneficios del ácido hialurónico no son pasajeros ni fruto de una moda.

El ácido hialurónico es un polisacárido (un tipo de azúcar que se sintetiza en laboratorio), totalmente compatible con nuestro organismo. Hoy en día es el material de relleno más seguro que existe. Compatible y versátil, este material se utiliza principalmente en la cara, pero se puede aplicar en cualquier zona del cuerpo.

 Una de sus propiedades más importantes es la capacidad para atraer y retener el agua, lo que hace que esos tejidos se mantengan en buenas condiciones.

Ocurre sin embargo que en el proceso de envejecimiento su presencia en el organismo disminuye progresivamente y como consecuencia, la piel pierde hidratación, elasticidad y firmeza, tornándose más flácida y abriendo así la puerta a la aparición de arrugas. De hecho hay que señalar que a la edad de 50 años en nuestro organismo solo quedará aproximadamente la mitad del ácido hialurónico corporal.

Las aplicaciones más frecuentes son para realzar los labios y pómulos, para corregir o aumentar la región del mentón y de las sienes, definir el ángulo de la mandíbula o rellenar arrugas profundas de tipo no dinámico.

También podemos modificar la nariz de forma no permanente corrigiendo distintas alteraciones estéticas (rinomodelación).

Para corregir las arrugas de expresión es más prioritaria la utilización del botox o toxina botulínica. 

El ácido hialurónico se presenta en cuatro densidades que se utilizan dependiendo de la profundidad en que se vaya a inyectar. El hialurónico de alta densidad se utiliza  en profundidad, como en el mentón y pómulos.  El hialurónico  de menor densidad es para las arrugas finas.


BENEFICIOS:

Combate las arrugas

Humectante e hidratante, junto al colágeno que crea, el ácido hialurónico mantiene el líquido necesario para que la piel no pierda su firmeza.

Ayuda a la salud de los ojos

Mantiene la humedad del contorno ocular, favorece el intercambio de nutrientes y trabaja como lubricante. Además, reduce y previene manchas y problemas de pigmentación de la zona de las ojeras producidas por el envejecimiento, estrés o falta de sueño.

Aporta volumen a los labios

Su presencia mantiene nuestros labios humectados, firmes y les otorga el volumen deseado.

Hidrata y reafirma la piel

El ácido hialurónico asegura la hidratación permanente de la piel ya que al tener propiedades hidratantes, facilita la atracción y retención de agua en las dos capas de la piel: la epidermis y dermis.

Mantiene lubricadas las articulaciones

El líquido sinovial que está formado por el ácido hialurónico es el que se encarga de lubricar las articulaciones.


Aproximadamente el 50% del ácido hialurónico se encuentra en nuestra piel, que es nuestro órgano más grande. El ácido hialurónico es vital por tanto para nutrir e hidratar el colágeno, que es el encargado de dar firmeza a la piel. Cuanta más concentración de ácido hialurónico más joven, suave y elástica se mantendrá nuestra piel. 



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