jueves, 4 de enero de 2024

Rinoplastia ultrasónica, todo lo que debes saber para valorarla como alternativa a la tradicional

 La rinoplastia es una de las intervenciones quirúrgicas más realizadas y que requieren más colaboración por parte de los pacientes, la rinoplastia ultrasónica ha llegado para acortar tiempos y mejorar significativamente los procesos de recuperación postoperatorios.

¿En qué consiste una rinoplastia ultrasónica?

Una Rinoplastia Ultrasónica es un tipo de intervención quirúrgica para corregir deformaciones en la nariz, tanto a nivel funcional como estético, y que se basan en el uso de la tecnología piezoeléctrica. Esta se refiere a la propiedad que tienen algunos materiales de generar carga eléctrica cuando se les aplica fuerza mecánica.

Más concretamente, en las rinoplastias ultrasónicas se utiliza un bisturí piezoeléctrico que, mediante vibraciones ultrasónicas, es capaz de cortar y ajustar el hueso de la nariz de forma segura y muy precisa.

Entre sus ventajas, destaca que permite una recuperación de la cirugía más rápida. Esto es debido a la precisión, pero también a que esta tecnología está diseñada para no dañar o lesionar en el proceso tejidos importantes como pueden ser el cartílago o vasos sanguíneos.

Esta extrema precisión es la que permite una recuperación con menos hematomas postoperatorios o edemas. Además, con esta técnica para la remodelación de la nariz no es necesario el uso de sistemas de taponamiento nasal tras la operación. Los tiempos de recuperación y los Resultados de rinoplastia se acortan con esta técnica notablemente.

Diferencias entre una rinoplastia ultrasónica y tradicional

Las diferencias entre una rinoplastia ultrasónica y una rinoplastia tradicional son numerosas. Principalmente las distingue el proceso de realización pues las dos tienen el mismo objetivo.

La rinoplastia tradicional utiliza escoplo y martillo como herramientas, tal como se hace en la escultura. Es una operación ‘a mano’ que permite realizar la remodelación de la nariz en poco tiempo, pero con un postoperatorio más molesto.

En esta técnica es necesario el uso de un sistema para taponar las fosas nasales durante un periodo de 2 a 3 días para evitar el sangrado. Lo que significa que durante los primeros días no será posible respirar por la nariz.

Por su parte, la rinoplastia ultrasónica, mediante esta vibraciones y con la ayuda de un bisturí piezoeléctrico permite realizar el procedimiento quirúrgico de una forma más segura, sin riesgo de lesiones inesperadas. Esto es fundamental para comprender la gran ventaja de la rinoplastia ultrasónica: es que el dolor es prácticamente inexistente.

A lo largo de la primera semana es posible sentir algunas molestias, no obstante, son leves y mucho más discretas que si hiciéramos la cirugía mediante un proceso normal. Por otra parte, no se requiere de sistema de taponamiento nasal por lo que las molestias, en general, se reducen sustancialmente en la rinoplastia ultrasónica respecto a la tradicional.

Con una rinoplastia ultrasónica, la nariz operada queda protegida por una férula específica de tipo termoplástico que se retirará a la semana, junto a los puntos de sutura.

Riesgos de una rinoplastia tradicional

La rinoplastia tradicional requiere el uso de materiales más primitivos y un proceso más intenso, que se realiza en manos de cirujanos y que, por sus propias características puede resultar en mayores desventajas, además de complicaciones.

Entre los riesgos de las rinoplastias tradicionales encontramos el de poder dañar durante la intervención algún tejido cercano, lo que podría derivar en distintas complicaciones para la salud.

Por otra parte, con este procedimiento los edemas y hematomas son mucho más intensos, por lo que generan más dolor, molestias e inconvenientes estéticos. Por eso, el tiempo de recuperación de una rinoplastia tradicional es superior y el proceso más molesto y complejo, siendo necesario el uso de tapones.

Otra cuestión importante es el riesgo asociado a la anestesia en todas las operaciones. La anestesia general que requieren las rinoplastias tradicionales es mucho más peligrosa que la local, que sí puede usarse en las rinoplastias ultrasónicas ya que se trata de intervenciones ambulatorias.


Por qué optar por una rinoplastia ultrasónica

De forma resumida, hay muchas razones por las que optar por una rinoplastia ultrasónica frente a una tradicional:

  1. El proceso de intervención es ambulatorio y no requiere ingreso hospitalario.

  2. La rinoplastia ultrasónica es más segura para los pacientes.

  3. No requiere anestesia general.

  4. El periodo postoperatorio es menos doloroso y más rápido.

  5. No requiere el uso de tapones nasales para evitar el sangrado.

Además de ser menos riesgosa, la anestesia local y el procedimiento ambulatorio para la rinoplastia ultrasónica permiten al paciente regresar a casa justo después de la operación, sin requerir un ingreso hospitalario.

¿Para quién es la rinoplastia ultrasónica?

En general, la rinoplastia ultrasónica es un procedimiento quirúrgico del que pueden aprovecharse todas las personas mayores de edad que deseen realizar una modificación en la forma o la función de su nariz. En el caso de que se trate de la corrección de problemas estéticos o disfunciones severas durante la adolescencia, podría ser posible realizarlo a partir de los 16 años con el permiso de los padres.

Lo más importante a valorar a la hora de realizarse una rinoplastia, sea del tipo que sea, son las manos de los profesionales que se encargan de llevar a cabo y supervisar el procedimiento. Por eso, es muy importante tomarse el tiempo necesario de investigación para seleccionar el profesional adecuado. Esto hará que las ventajas propias de la técnica para mejorar el aspecto y/o función de la nariz se puedan multiplicar.





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