La piel hipersensible es una problemática individual que conlleva una búsqueda a prueba y error de los cosméticos que más se adapten a tu tipo de piel sensible. Como parte de este camino se han recurrido a todo tipo de remedios homeopáticos y dermo cosméticos, habiendo en la actualidad grandes marcas de cosmética facial que tienen como base productos naturales, aceite de onagra, aceite de avellana, aceite del árbol del té. La alimentación también juega un factor clave en la acentuación de la piel hipersensible, por ello hay que incrementar en la dieta: aceite de pescado, semillas de lino, hinojo o cúrcuma.
Mirar muy detenidamente cualquier envase, seguir una rutina de limpieza e hidratación además de ser precavidos ante el sol y ciertas adiciones como el alcohol o fumar, que agravan la enfermedad.
¿Qué es la hipersensibilidad en la piel?
La hipersensibilidad o piel sensible es una reacción cutánea de nivel tipo 1 exacerbada que causa una reacción alérgica por ingestión o contacto directo de un producto sobre la piel.
En este tipo de sensibilidad de la piel encontramos muy común síntomas visibles como: piel seca, irritación, eczema, ronchas, enrojecimiento o descamación. Y como síntomas invisibles picazón o pinchazos.
Este tipo de hipersensibilidad en la piel puede tener tendencia al cuperosis, una dilatación de los vasos sanguíneos que da lugar a la piel roja. O por el contrario a la piel rosácea que son los capilares sanguíneos que aparecen en la piel dando lugar al color que define el término.
Hipersensibilidad en la piel causas principales
La principal causa de la hipersensibilidad cutánea es que la función de la barrera de la piel debilitada permite un incremento en la pérdida de agua transepidérmica, aumentando su posibilidad de irritarse.
La sobre estimulación de las fibras sensoriales de la epidermis, reacciona más rápido y más fuerte que la de la piel normal, disparando las sensaciones molestas: ardor, pinchazos, tirantez, etc.
Es posible tener la piel seca o acné de resultado de la hipersensibilidad en la piel, acompañadas por sensaciones molestas, si no fuera el caso no es considerada hipersensible.
Existen causas que disparan esta hipersensibilidad cutánea como son:
Factores ambientales: cambio de temperatura, contaminación atmosférica, etc.
Factores emocionales: emociones intensas, ira, estrés, etc.
Factores externos: productos de limpieza, comidas picantes, bebidas alcohólicas, perfumes, detergentes, piscinas, baños y duchas.
Hipersensibilidad en la piel, factores que contribuyen:
A día de hoy es posible distinguir tres factores claramente diferenciadores que contribuyen a la irritabilidad en la piel y en consecuencia a una reacción hipersensible en la piel.
Agentes químicos: como SLS y SLES, conservantes, alcohol, yesos, cinta adhesiva, hierbas.
Ropa: las tinturas y químicos con los que vienen impregnadas las prendas que compramos también tienen un efecto negativo en pieles hipersensibles. Los materiales antiarrugas y sintéticos contienen un gran número de químicos como formaldehidos que causan alergias e irritación.
Productos: para la piel con un número limitado de ingredientes y envases anti contaminación. También es recomendable probar un nuevo producto realizando un test en la piel del antebrazo, para comprobar la reacción.
Incremento de la atención a la higiene personal, con duchas y baños más frecuentes de lo recomendado que causan una pérdida de los factores hidratantes y lípidos de la dermis, resecándolas.
Principales tratamientos para la hipersensibilidad de la piel
Habremos de tener especial cuidado con nuestra piel en tres aspectos clave durante el día.
Limpiar la piel con un jabón neutro o incluso con agua micelar o limpiadores específicos. En formatos de leche o espuma serán los recomendados pues suelen estar hechos con principios activos calmantes e hidratantes para reforzar la barrera de la piel.
El agua micelar es la opción ideal de las pieles sensibles por atrapar en sus micelas la suciedad como un imán sin necesidad de arrastrar la suciedad, evitando la irritación por fricción
Tónico para pieles sensibles que tengan triple acción, eliminar impurezas, suavizar e hidratar y calmar la piel.
Crema hidratante, hidrataremos dos veces al día la piel ya que la pérdida de agua es inevitable en pieles sensibles cuya barrera cutánea es más débil. Recomendamos cremas hidratantes con propiedades calmantes como la manteca de karité, aloe vera o glicerina. Que contengan aguas mineralizadas, prebióticos o que estimulen las defensas de la piel o activos reparadores como el aguacate y omegas 3 y 6.
Protector solar tanto en invierno como en verano, el sol puede ser el mayor enemigo de una piel sensible. Recomendamos protectores con filtros físicos que crean una barrera en la superficie de la piel impidiendo la penetración de los rayos UV y UVA, químicos y radiación solar. Busca aquellos que protejan la piel gracias a la absorción de los rayos UV.
Piel sensible cuidados en rostro
La piel sensible se hace más evidente en el rostro, principalmente porque se encuentra más especialmente expuesta a las influencias externas, por ello es importante utilizar la protección adecuada.
Maquillaje, usar bases y correctores indicados para tu tipo de piel sensible. El contorno de ojos es la piel cuatro veces más delicada que en el resto del cuerpo, usualmente aparecen arrugas y líneas de expresión fácilmente irritables debido al uso de productos cosméticos, limpieza agresiva, lociones para lentes de contacto, exposición al sol, luces de pantallas, etc.
Limpieza facial suave, libre de perfumes, colorantes y alcohol.
Cuidado facial Hidrata tu piel mínimo dos veces al día.
Productos especialmente desarrollados que conserven el nivel de hidratación, refuercen barreras y alivien los síntomas de la piel sensible.
Proteger el rostro del sol factor 50 FPS si puede ser.
Evitar fumar, crea estrés sobre la piel.
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