La presencia de partículas contaminantes en el aire ha aumentado de tal forma en la última década que, según la OMS, 8 de cada 10 personas respiran a diario aire contaminado.
Y, a mayor índice de contaminantes en la atmósfera, menor es la calidad del aire lo cual pone en riesgo la salud de personas, animales e incluso plantas.
Consecuencias comunes de respirar aire de mala calidad
Cuando el aire contaminado atraviesa las vías respiratorias y llega a los pulmones produce ciertas alteraciones en diferentes órganos del cuerpo que van de leves a severas.
Se ha determinado que los habitantes de zonas con aire de menor calidad reportan más enfermedades respiratorias como asma, infecciones, goteo pos nasal, sinusitis e incluso cáncer de pulmón.
Y también se han reportado afecciones en la piel y en los ojos a corto y a largo plazo. Algunas pueden sanar con tratamientos pero otras afecciones pasan a ser crónicas.
Todo esto afecta la calidad de vida de la población y su desempeño laboral ya que daña la salud en diferentes dimensiones.
El papel de los gobiernos ante esta problemática
Dado que esto se ha convertido en un problema a escala global, todos los gobiernos están en la obligación de comunicar cuál es el ICA (índice de calidad del aire) de su localidad.
Además tienen el deber de establecer y hacer cumplir políticas que contribuyan a disminuir los contaminantes ambientales cuando estos alcanzan el valor límite. Todo en pro de garantizar la salud de la población.
Entre estas medidas se encuentran: limitar la circulación de vehículos de combustión interna y establecer un control del porcentaje de emisiones gaseosas diarias en las industrias y fábricas.
También se obliga a las fábricas a disponer de filtros especiales que disminuyan las partículas tóxicas durante las emisiones aéreas.
Y además se establece una constante vigilancia de las usinas termoeléctricas pues son una de las fuentes más contaminantes en la actualidad.
El purificador de aire: Herramienta esencial para aumentar la calidad del aire
Ahora bien, en algunos países, se ha vuelto norma la instalación de un purificador de aire en oficinas, centros educativos y espacios cerrados.
De hecho, ya hay algunas empresas que no pueden funcionar sin la presencia de uno de estos aparatos en sus instalaciones pues incurrirían en la ilegalidad.
Esta medida es cada vez más común ya que, según algunos estudios, las empresas que han instalado un purificador de aire han percibido un aumento en la productividad de sus trabajadores.
Además han experimentado una menor deserción laboral ya que los trabajadores se enferman menos y solicitan menos periodos de reposo.
Estos aparatos, en principio de alto coste, se han vuelto accesibles para la mayoría de la población. Ahora son más económicos y ocupan poco espacio.
Por ello, también se han hecho campañas para que las personas instalen en sus hogares un purificador de aire pues esto les garantiza que podrán respirar aire sin partículas tóxicas siempre que estén en casa.
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